Han transcurrido ya 12 años desde que publicara mi
primer libro, Yeray poeto. Aún recuerdo cómo lloraba de felicidad el día que
recibí el paquete con mis ejemplares, y cómo mi hijo me miraba entre fascinado
y aturdido, justo antes de fundirnos en un colosal abrazo que nos desequilibró
hasta caer ambos entrelazados en el sofá. ¡Qué emoción! Un día inolvidable donde los haya. Recuerdo también que Yeray, a pesar de su alegría, me echó en cara una
cosa: ¿por qué, si aquel era “nuestro libro”, no figuraba su apellido en la
portada, lo mismo que el mío? ¿Es que se habían olvidado?
Hoy, a sus 17 años, YERAY SÁNCHEZ (ahora sí, con su apellido y en mayúsculas) promete,
y mucho. Como disc-jockey compone su propia música y ha pinchado ya en
diferentes locales de la Catalunya central. Ilusión y genialidad forman, en su
caso, un binomio tan indivisible como afortunado. Pero no es solo la mesa de sonido
lo que maneja con rotunda maestría: también sus dibujos son dignos de tener en
cuenta. En este caso, y mediante técnica digital, ha aportado esta simpática ilustración, que acompaña el microcuento SoñaDORA, de mi autoría. Fran Nuño, buen amigo y colega, ha
tenido la cortesía de plasmarlos en la sección “Microcuentos ilustrados” de su
nuevo blog CUENTOS PARA LEER DE UNA SOLA VEZ (además, y para redondear la buena nueva, justo en el día de mi
cumpleaños). Pero, claro, mi opinión no deja de ser subjetiva, así que lo mejor será que juzguéis por vosotr@s mism@s.